Descubre la historia y la ruta de los molinos de Formentera
¿Sabías que, según varios expertos, el nombre de Formentera proviene del latín, Frumentaria, que significa ‘Isla del trigo’? Aunque esta teoría no es la favorita de los filólogos, no podemos negar que la isla tuvo un pasado agrícola y una herencia que la representa. Son, por lo tanto, un elemento fundamental del pasado y de la vida campesina que hoy vamos a explicarte. A través de los molinos de Formentera conocerás la historia y algunos de los lugares más importantes de la isla. ¡Vamos a ello!
¿Por qué molinos?
La presencia de molinos va ligada a la importancia que ha tenido el trigo en la isla de Formentera. Empezaron a construirse a finales del siglo XVIII, cuando la isla comenzó a repoblarse después de periodos intermitentes de despoblamiento entre los siglos XI y XVIII. Eran esenciales para la subsistencia en la economía local y la actividad agrícola. De hecho, su importancia ha sido tan grande, que se han utilizado a lo largo de dos siglos. Todos ellos coinciden en su idéntica construcción: edificios circulares de tres plantas con grandes aspas de madera y un techo cónico y movible, con la finalidad de orientar estas aspas a la dirección del viento.
En Formentera llegaron a funcionar hasta, nada más y nada menos, que siete molinos de viento para moler el grano. Hoy en día, el más turístico y mejor conservado es el Molí Vell de la Mola, cuyo interior está restaurado y permite la entrada en el horario de 9:30 a 13:30 en los meses de verano de lunes a sábado.
Ruta de los molinos
Como te hemos adelantado, en la isla llegaron a funcionar hasta siete molinos, pero hoy en día solo se conservan 6, que son los que forman parte de esta ruta de los molinos en Formentera.
- Los molinos de la Miranda: En las proximidades de Sant Francesc, la capital insular, hay dos, los llamados ‘molinos de la Miranda’: el Molí d’en Mateu, cerca de la iglesia; y el Molí d’en Jeroni. Construidos ambos en el siglo XIX, dejaron de funcionar en los años 50 del siglo XX.
- En la zona de Sant Ferran pueden admirarse otros dos: el Molí d’en Teuet (1773), primero del que se tiene constancia documental, que dejó de moler en 1964; y el Molí de ses Roques (1797), sin funcionamiento desde 1936, actualmente integrado en una vivienda.
- Los Molinos de la Mola: Los otros dos restantes están en la zona de la Mola. Uno es el Molí d’en Botigues, de finales del siglo XIX, que molió hasta mediados del siglo XX. Y el otro, el más bonito y mejor conservado de la isla…
El Molí Vell de la Mola
Podrás encontrarlo a las afueras del Pilar de la Mola, rumbo hacia el faro, es el único de los seis que puede visitarse –gratuitamente– en su interior (todos los días, excepto el domingo, de 10:00 a 13:00). Construido en 1778, fue declarado Bien de Interés Cultural tras ser rehabilitado totalmente.
Sin duda, los molinos de Formentera son uno de sus mayores atractivos, y visitarlos supone experimentar un salto en el tiempo y el acercamiento a su historia y su patrimonio arquitectónico único.
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¡Hasta pronto!
