Un recorrido por… Es Caló de Sant Agustí
Probablemente hayamos llegado a uno de los pueblos con más encanto de toda Formentera. Es esa idea que podríamos hacernos en nuestra mente si pensamos en un lugar recóndito, tranquilo, de aguas mansas, salpicado del blanco de sus casas y el turquesa del mar.
Pese a que su población no llega al millar de habitantes, es uno de los lugares predilectos para locales y turistas, que buscan disfrutar de la pura esencia de Formentera.
Tradición, gastronomía, arena y mar. Eso es Es Caló de Sant Agustí, ¿nos vamos?
Bienvenidos a un lugar de cuento
Como os decimos, apenas unas cuantas viviendas y pequeñas calles empedradas conforman la localidad de Es Caló. Eso sí, aquí su eje central es el protagonista, su zona de costa, alrededor de la que se ha ido formando la vida en este lugar tan especial de Formentera.

A su alrededor, una vasta extensión de vegetación que bien pareciese que enmarca este pueblecito pesquero. Precisamente, su tradición de pesca es uno de sus grandes atractivos y lo que confiere a su playa esa particularidad que no tienen todas las calas de Formentera.
Todo el litoral de Es Caló está salpicado de antiguos varaderos de madera, que hacían -y en ocasiones todavía hacen- las veces de cobijo para las embarcaciones de los pescadores locales. Además, estos embarcaderos, debido a la peculiar imagen que confieren a la zona, fueron declarados lugar de interés cultural en 2002.
Si bien es cierto que el gran atractivo de esta localidad isleña es su pequeña y encantadora playa, a su alrededor se extienden innumerables zonas de baño con tanto o más encanto que la propia Es Caló. Estas pequeñas playas de arena, separadas por secciones rocosas, conforman Ses Platgetes.
Imprescindible ver…
La playa de Es Caló. Probablemente, una de las más concurridas en temporada alta; todos quieren empaparse de la belleza de su fina arena blanca y los matices de color de sus aguas cristalinas.



Ruta 25, Camí de Sa Pujada. En Formentera hay establecido un mapa con hasta 32 rutas verdes que atraviesan y recorren toda la isla de punta a punta. Son el plan ideal para tener una visión diferente de este pequeño paraíso y para disfrutar de una jornada en bici o de senderismo en compañía de familia o amigos. Aquí, en Es Caló, arranca uno de los recorridos más hermosos con diferencia, el camino histórico para subir a La Mola. Senderos, acantilados, vegetación y todo ello, en paralelo al mar Mediterráneo. Planazo.
Can Blai. Antes de llegar a Es Caló de Sant Agustí, bien merece la pena hacer una parada en este castellum romano datado entre los siglos III y IV. Hasta nuestros días ha llegado una estructura formada por los vestigios de cuatro torres defensivas unidas por murallas.


Bares, restaurantes, cafeterías…
Pese a su reducido tamaño, aquí encontraréis algunas de las propuestas gastronómicas más aclamadas de la isla. Dicen que es uno de los lugares donde comer mejor pescado. Por algo será, ¿no?
Restaurante Can Rafalet. Uno de esos de toda la vida, tradicional y de buen comer. De cocina local, producto exquisito y trato cercano y amable. Además, cuenta con un ‘plus’ privilegiado: una terraza exterior con vistas a la costa de Es Caló. Abierto sólo en temporada.
Restaurante Es Caló. Es uno de los mejor valorados de toda la isla. Por su producto, por su elaboración, por tu trato y por su entorno. Aunque el precio es un poco más elevado que la media de Formentera, merece totalmente la pena disfrutar de una parada aquí. Abierto todo el año.


Alojamientos en Es Caló de San Augustí
La hora del descanso es esencial, y más después de un día de playa, ¿verdad? Pues como sabemos que os ha enamorado tanto como a nosotros la zona de Es Caló, aquí os dejamos un par de opciones de alojamientos para que disfrutéis al máximo de vuestra experiencia en la isla.
Cavall del Llevant. Nos resulta imposible no caer rendidos ante este apartamento. En pleo corazón del pueblo de Es Caló, este alojamiento es perfecto para esa escapada romántica. Delicadamente decorado, acogedor, luminoso y con vistas a su idílica playa. Además, tiene una preciosa terraza donde estamos seguros que os vais a dibujar tomando un delicioso desayuno con vistas.



Ses Botges. Si lo que buscáis es no cruzaros con persona alguna, con tener vuestro espacio de intimidad y, además, una playa a menos de 50 metros, bienvenidos al paraíso. A un paso de Es Caló, pero en medio de su zona boscosa, estas casitas tienen todo lo que uno podría desear para una escapada de desconexión absoluta.


