Érase una vez: las historias del equipo Formentera break

Desde nuestros inicios, hemos tratado de ser siempre una empresa cercana y confiable. Todo nuestro esfuerzo se ha focalizado en conseguir que vuestra estancia en esta isla que nos tiene cautivados, fuera una experiencia irrepetible; que os llevaseis un pedacito de ella como si fuese vuestro hogar; que la sintierais un poquito vuestra.

A día de hoy sí, somos especialistas en Formentera. Una tarea que nos ha llevado años de recorrido, trabajo y dedicación. Eso sí, siempre con la certeza de estar ofreciendo al mundo la perspectiva de un lugar mágico.

Cada alojamiento está cuidado al detalle, ha pasado por las manos de alguien del equipo y hemos tratado de sacar de ellos la mejor de sus versiones. Y todo ello, en equipo, en familia. Porque eso somos en Formentera Break, una pequeña gran familia que ha construido este proyecto piedra a piedra.

Por ello nos emociona que, además de conocer nuestros alojamientos, nos conozcáis también un poquito más a nosotros; a quienes estamos detrás de las pantallas y oficinas de administración.

Mi nombre es Ana Mozo, Directora de operaciones de Formentera Break y ha llegado el momento de que os cuente mi historia con Formentera Break.

“Nunca podría haber imaginado que en mi primer viaje a Formentera, en el verano de 2008, quedaría rendida para siempre al encanto de la isla y, sobre todo, que mi vida giraría en torno a ella.

Fue durante un maravilloso baño en las cristalinas aguas del parque natural de Ses Illetes, junto a mis futuros socios, donde se fraguó la idea de crear una central de reservas especializada en Formentera.

Mucho ha pasado de aquel viaje y demasiadas vueltas ha dado la vida, pero aquí estoy, en 2021, trabajando en Formentera Break, una maravillosa compañía que sigue en pie de guerra gracias a un cóctel único con unos ingredientes de lo más variopintos: unos fundadores valientes, resilientes, tenaces y luchadores; un equipo humano siempre unido con las máximas ganas de salir a flote temporada a temporada; unos proveedores, hoteleros y propietarios de alojamiento que han depositado la confianza en nuestra compañía; unos clientes que visitan la isla con Formentera Break y deciden organizar su viaje con nosotros año tras año; y un paraje único y bello: Formentera.

No puedo sentir más orgullo por la compañía a fecha de hoy, de cómo año tras año hemos ido creciendo paulatinamente, conociendo nuevos proveedores, nuevos compañeros de trabajo, nuevos clientes…

Cada una de las personas con las que he tratado me ha llenado en mi día a día y han formado a la persona que hoy día soy. Siempre intentando trabajar codo a codo, con un compañerismo extremo.

Mis labores en Formentera Break han sido muy diversas a lo largo de los años, focalizándome siempre en la organización y supervisión del departamento de ventas y en la dirección de la compañía, junto con mi compañero de viaje, Victor. No siempre ha sido una aventura fácil y de aguas tranquilas, pero también gracias a esos momentos hemos conseguido izar la vela y acertar qué rumbo tomar en cada una de las temporadas de Formentera Break.

Mi tenacidad, compromiso, perseverancia, disciplina y mi total responsabilidad con la compañía han sido habilidades clave junto al aprendizaje constante con mis compañeros de trabajo, el amor por aprender de cada uno de ellos, el respeto a nuestros clientes, la gratitud a nuestros proveedores y la apreciación de la belleza de Formentera.

¿Qué decir de la isla? Para mí es pura belleza y un remanso de paz. Es un viaje obligatorio cuando las fuerzas flaquean y hay que dar un respiro para poder continuar. Es una isla en la que siempre encuentro un chiringuito mágico donde tomar un cóctel, donde zambullirme en un rincón de aguas azules y calmas, donde descubrir un grupo de música isleño que, con su música, me toca un pedacito de corazón y que al escucharlo, de nuevo me teletransporta a ese momento concreto y con la compañía especial de ese momento.

Pase lo que pase en el futuro, siempre habrá un trocito de mi alma en Formentera Break.

Y, amigos, recordad, la vida es viaje, y los viajes, vida son…”